Descripción
Montse Grases vivió tan sólo diecisiete años, pero tuvo una vida intensa y ejemplar. Con muchos proyectos por delante, fue amando la voluntad de Dios, poniéndose en sus manos de manera que, cuando le llegó la enfermedad, la encontró preparada para aceptarla. El 26 de abril de 2016 el Papa Francisco autorizó la publicación del decreto por el que se la declaraba venerable.